… viramos al azul y al rojo,
crecemos como pájaros y echamos raíces.
Olemos a estrellas y brillamos como besos de amor.
Mutamos en tristezas, acariciamos las palabras,
y nuestros cuerpos penetran el espacio y lo desgarran.
Y se penetran y se desgarran.
Tragamos soles y vomitamos sombras.
Y somos otros sudando como nosotros.
A veces navegamos entre el silencio
y sólo escuchamos el tronar de nuestras sienes,
y el estruendo que produce en nuestro pecho,
el ida y vuelta de la respiración.
Otras veces estallamos como azahares en primavera,
para luego mutar en fruta madura, jugosa.
Nos crecen brazos como nidos y risas como truenos.
Manos como lluvia y silencios como mineros.
Matamos, nacemos, odiamos, reímos,
reptamos por el aire, nadamos entre las luces
y nos trepamos a la música,
vamos y venimos, somos tiempo en el espacio.
Y nos miramos, nos olfateamos, nos entregamos,
nos comemos y nos libamos.
Cuando actuamos…

Fabio
Junio ‘08